Pimientos confitados al horno con su jugo
Si alguna vez vais por Tolosa (Guipúzcoa), tenéis parada obligada en Casa Julián, un asador extraordinario y lleno de encanto donde podréis disfrutar de uno de los mejores txuletones de buey que jamás hayáis probado. El ambiente respira calidez y buenos ágapes, como lo demuestran las tantas fotografías que tienen colgadas en la entrada de los personajes ilustres que por allí han pasado. Por suerte, su merecida fama no les ha hecho perder la esencia y han continuado con la sencillez y excelente atención que les ha caracterizado durante todo este tiempo. Un establecimiento sin pretensiones, con sólo cinco o seis platos en la carta basados en unas pocas materias primas excelsas y muchos años de experiencia culinaria. Unos años que, precisamente, Matías Gorrotxategui, quien regenta este establecimiento desde hace más de 25 años, supo extraer muy bien de su predecesor y fundador de Casa Julián, Julián Rivas, como demuestra el hecho de que, al pedirle este último a su amigo Matías que se hiciera cargo del asador cuando él se retirase, Matías sólo le pidió como condición que le enseñara todo lo que sabía y había aprendido sobre la técnica del asado durante todo 1 año. Aceptada la condición, Julián y Matías compartieron regencia durante ese año y de esa manera se pudo continuar con la tradición que tanta fama les ha acabado dando.
Sin embargo, Casa Julián no sólo es conocida por su txuletón de buey. También lo es por sus extraordinarios espárragos y pimientos confitados de Lodosa, platos que sirven de antesala al festival gastronómico que los seguirá y permiten poner el listón bien alto desde el momento en que comienzan a llegar las primeras viandas a la mesa. Fijaros bien si dejaron el listón bien alto que las reminiscencias de aquellos pimientos confitados persistieron durante una larga temporada y la única manera de apaciguar-las fue intentando reproducirlos en casa con la receta que tenéis a continuación. Afortunadamente, después de saborear de nuevo los pimientos confitados, pude dormir tranquilo unos días, trasladando ahora el deseo de poder volver a disfrutar de aquel txuletón de buey que precedía los pimientos confitados de Casa Julián. Tendré que volver.
Ingredientes para 2 personas
3 pimientos rojos tipo Morrón
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Preparación de los pimientos confitados al horno con su jugo
- Precalentar el horno a 200 ºC.
- Limpiar bien los pimientos con agua y secarlos bien con papel de cocina.
- Ponerlos en una fuente para el horno (de vidrio, cerámica o la que tengáis) y untarlos por todos los lados con aceite de oliva con la ayuda de un pincel.
- Introducirlos en el horno (con calor arriba y abajo) durante 60 minutos.
- A los 30 minutos, sacarlos del horno y darles la vuelta para que se hagan de manera homogénea por cada lado.
- Pasados los 60 minutos totales, sacarlos del horno, tapar con papel de aluminio y dejar que se enfríen durante un rato (15-20 minutos).
- Una vez se hayan enfriado un poco, pelarlos y retirar las semillas, recuperando el jugo que hayan soltado.
- Cortar cada pimiento en 4 trozos, volverlos a poner en la fuente, uno al lado del otro, repartir por encima un poco del jugo de la cocción que hayan soltado (no mucho), añadir un buen chorro de aceite de oliva y volver a hornear 15 minutos más (con calor sólo en la parte de abajo).
- Servir los pimientos confitados en la misma fuente donde los hemos cocinado, acompañados de pan tostado con tomate.
Si te ha gustado la receta de los pimientos confitados al horno con su jugo
tal vez te gustará también la receta de la pizza de carne y pimiento. ¡Anímate a probarla! 😉