Trinxat de la Cerdanya
La cocina de montaña es una cocina densa y contundente. No se caracteriza, precisamente, por su ligereza. Pero si debiéramos sobrevivir a la dureza en todos los sentidos que conlleva vivir en las alturas, se entiende que no sea de otra manera. Tocada por el frío y condiciones climatológicas poco favorables, la cocina de montaña ha sabido hacer maravillas con las cuatro cosas que tenía al alcance. Sopas y cocidos, legumbres, carnes asadas, guisadas o estofadas, setas, embutidos, quesos curados o conservados con aguardiente como el tupí son sólo un ejemplo.
En zonas de alta montaña, los vegetales no se caracterizan por su abundancia y variedad, a diferencia de las zonas bajas o con climas más suaves. El verano permite un preciado y esperado paréntesis que viene acompañado por la llegada de los productos de la huerta a la cocina, espejismo que cuando se empieza a disfrutar, desaparece y se vuelve a la fría y cruda realidad de la montaña. La cebolla y el ajo no faltan nunca, pues se conservan bien secos. Vegetales como la col, la patata o el nabo o frutas como la manzana o la pera aguantan estoicamente la altura. No es extraño, pues, que los encontremos presentes en muchos platos.
Uno de estos platos asociados irremediablemente a la montaña, por los ingredientes utilizados y la sencillez de su elaboración, es el trinxat de col y patata, también conocido en Catalunya como trinxat de la Cerdanya. Una denominación acertada, por la vasta popularidad de este plato en esta comarca, pero que esconde la realidad de una comida también muy habitual en el Alt Urgell y tierras andorranas. Los ingredientes esenciales son la col, preferiblemente tocada por el frío (de invierno), las patatas (también conocidas como trumfes o trumfos según el lugar) y la panceta. Otros ingredientes como el ajo o la butifarra negra son opcionales, aunque, no podemos negarlo, conjugan a la perfección con los primeros. Todo bien trinxat, es decir, mezclado, es exquisito. Una reminiscencia de la dura vida montañosa.
Ingredientes para 4 personas
500 g de col rizada (mejor si es de invierno, tocada por el frío)
500 g de patata kennebec, red pontiac o monalisa (para hervir)
4 trozos de panceta gruesos
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Opcional: 2 dientes de ajo laminados
Opcional: 150 g de butifarra negra
Preparación del trinxat de la Cerdanya
- Utilizar col de color verde intenso y tierna, que esté abierta, cuanto menos repollo tenga mejor. Las mejores coles son las que han sido tocadas por el frío del invierno. Limpiar las hojas de la col, retirar el tronco duro central de cada hoja y cortarlas en 2 o 3 trozos (no es necesario que sean muy pequeños).
- Pelar y limpiar las patatas y cortarlas en trozos.
- En una olla alta con abundante agua y un poco de sal, hervir la col y la patata durante 20-25 minutos con la olla medio tapada y a fuego medio-lento. Las hojas de col deben quedar blandas y la patata bien cocida.
- Escurrir bien la col y patata.
- Freír los trozos de panceta en una sartén grande con un poco de aceite de oliva hasta que suelten la grasa y veamos que empiezan a tostarse. Opcionalmente, si también queremos poner butifarra negra al trinxat de la Cerdanya, freír trozos de butifarra negra en la misma sartén donde freímos la panceta.
- Retirar los trozos de panceta y reservarlos (si hemos añadido butifarra negra, retirarla también).
- Opcionalmente, si queremos dar un toque de ajo al trinxat de la Cerdanya, dorar los ajos laminados en la sartén donde acabamos de freír los trozos de panceta.
- Añadir la col y patata escurridas a la sartén y, sin apagar el fuego, ir aplastándolo con el utensilio de cocina que tengáis para aplastar, un tenedor o una espumadera (lo que os sea más práctico) hasta obtener una pasta homogénea. En este punto, si se desea, se pueden poner trozos de butifarra negra sin piel y aplastarlos también con el resto de col y patata.
- Terminar de cocer el trinxat de la Cerdanya a fuego medio un par de minutos más, hasta que veáis que gana consistencia y la masa no se pega a la sartén.
- Servir el trinxat de la Cerdanya acompañado de los trozos de panceta encima (y, opcionalmente, trozos de butifarra negra).
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