Pasta con aceite de trufa, mantequilla avellana, parmesano y huevo
A veces no es necesario invertir mucho tiempo para conseguir platos deliciosos, como es el caso de la pasta con aceite de trufa, mantequilla avellana, parmesano y huevo. Un plato con pocas complicaciones que apenas requiere hacer la salsa mantequilla avellana mientras hervimos la pasta. Una vez cocida, se mezcla con la mantequilla clarificada, el aceite de trufa, el queso parmesano reggiano y se sirve acompañada de una yema de huevo. Bien fácil, rápida y sin ensuciar mucho la cocina. ¿Qué más podemos pedir a una receta? Si algo tienen los ingredientes que se utilizan es que todos ellos combinan a la perfección y cada uno aporta un rasgo característico y distintivo al plato. Así, mientras la pasta tiene un sabor bastante neutro y sirve como base sólida al resto de ingredientes, la salsa mantequilla avellana aporta un sabor dulce muy agradable; el queso parmesano reggiano, un toque salado; la yema de huevo cruda, una textura melosa; y el aceite de trufa, el aroma inconfundible de este tesoro que crece en las raíces de encinas y robles. Una combinación imbatible para saborear con cualquier tipo de pasta, preferiblemente espaguetis o tallarines.
Ingredientes para 2 personas
200 g de espagueti, vermicelli o linguini secos (si se utiliza pasta fresca, se debe poner más)
4 c.s. de salsa mantequilla avellana (beurre noisette)
Queso parmesano reggiano rallado
Aceite de trufa
2 yemas de huevo
Sal
Pimienta negra
Preparación de la pasta con aceite de trufa, mantequilla avellana, parmesano y huevo
- Hervir la pasta en abundante agua salada (1 litro de agua y 1 c.c. de sal por cada 100 g de pasta).
- Mientras hervimos el agua, preparar la salsa mantequilla avellana (del francés, beurre noisette). Para hacerla, sólo hay que poner mantequilla a calentar en un cazo y cocer a fuego lento hasta que alcance un color marrón claro, no muy oscuro, y desprenda un olor parecido a la avellana (de ahí el nombre) . Apagar el fuego y clarificarla, es decir, separar los residuos sólidos que se hayan depositado en el fondo del cazo del resto del líquido. Estos residuos sólidos son grasas que se han quemado mientras se evaporaba parte del agua de la mantequilla y es mejor retirarlos porque pueden aportar un sabor rancio y desagradable. Reservar el resto de mantequilla avellana que nos haya quedado (sin residuos sólidos).
- Cuando la pasta esté al dente, colarla y ponerla en una fuente.
- Añadir 2 c.s. por persona de salsa mantequilla avellana y un buen chorro de aceite de trufa y mezclar bien.
- Salpimentar, incorporar la cantidad de queso parmesano reggiano que os guste y volver a mezclar.
- Servir la pasta en cada plato y depositar una yema de huevo cruda en medio.
- Cuando sirváis la pasta con aceite de trufa, mantequilla avellana, parmesano y huevo, servir también un poco de queso parmesano en un bol por si alguien quiere poner un poco más.
Si te ha gustado la receta de la pasta con aceite de trufa, mantequilla avellana, parmesano y huevo
tal vez te gustará también la receta de la pasta con salsa de champiñones y parmesano. ¡Anímate a probarla! 😉
Guillermo Arteaga Ralston
1 abril, 2019 @ 06:33
EXCELENTE, FÁCIL Y DELICIOSO !!