Coca de San Juan de crema
Las festividades suelen llevar asociadas, al menos en nuestro terruno, unos dulces concretos. En Catalunya son un buen ejemplo el roscón de Reyes, la crema de San José (crema catalana), los buñuelos de Cuaresma, los panellets de Todos los Santos… y, evidentemente, la coca de San Juan. Más concretamente y para ser más precisos, la coca de la verbena de San Juan, que se come justo la noche antes de la onomástica, acompañada de algún vino espumoso, dulce o rancio y del inconfundible ruido de los petardos, tradición más reciente que ha contribuido a hacer más festiva todavía esta noche tan especial.
De cocas de San Juan hay de varios tipos. Podríamos decir, eso sí, que existen dos ramas principales: las cocas de chicharrones elaboradas con masa de hojaldre y las cocas de brioche. De estas últimas, al mismo tiempo, también encontramos de varios tipos, siendo las más populares la coca de San Juan de crema y la coca de San Juan de fruta confitada, aunque también se hacen de nata, cabello de ángel, mazapán y variantes diversas que han ido surgiendo a medida que los gustos se han ido diversificando y la creatividad de las pastelerías se ha dejado ir, permitiéndose el atrevimiento de separarse de la tradición canónica y apostando por novedades antes impensables.
La elaboración de las cocas de brioche tiene su complejidad, dado que la masa es bastante húmeda y cuesta amasar y manipular con las manos. Aquí la modernidad está de nuestro lado, ayudándonos con los fantásticos robots de cocina que lo amasan todo y permiten conseguir unas masas bien homogéneas y finas. Para aquellos románticos, de pequeña cocina o que, por el motivo que sea, han decidido prescindir de tal elemento, no nos queda más remedio que utilizar el único robot que tenemos, nuestras manos, para conseguir el mismo efecto. Conseguir una masa fina, sin grumos, donde todos los elementos queden bien integrados, no es fácil, pero tampoco imposible. De hecho, durante muchos años se había hecho así.
El secreto de esta coca no es otro que amasar y fermentar bien la masa, procesos imprescindibles para que nos lo agradezcan tanto nuestro paladar como nuestro estómago. No hay más que recordar que una mala fermentación puede ser nefasta para la posterior digestión de esta coca tan apreciada. Una vez amasada, bien estirada, decorada y fermentada, sólo hay que esperar, pues, que el horno haga su trabajo para poder disfrutar de una buena verbena de San Juan.
Ingredientes para una coca para 8-10 personas
PRIMERA MASA:
150 g de harina de fuerza
40 g de levadura fresca
100 ml de agua (o leche)
SEGUNDA MASA:
350 de harina de fuerza
3 huevos
75 de mantequilla
75 g de azúcar
La piel de un limón rallado
1 pizca de sal
½ c.c. de canela en polvo
1 chorro de anís
Opcional: unas gotas de esencia de vainilla
PARA DECORAR:
500 g de crema pastelera (aprox)
1 huevo batido
40 g de piñones
Preparación de la coca de San Juan de crema
- Para hacer la crema pastelera, seguir este enlace.
- Para hacer la primera masa, empezar diluyendo la levadura en el agua (o leche).
- Poner la harina de la primera masa tamizada en un bol, hacer un agujero en medio y añadir la levadura diluida. Amasar bien hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. Dejar reposar la masa a temperatura ambiente dentro del bol, tapado con un paño húmedo para que la masa no haga corteza en la superficie. Dejar reposar hasta que doble su volumen. En verano, como hace mucho calor, en 10-20 minutos probablemente lo haya hecho ya.
- Mientras, poner la harina de la segunda masa tamizada en un bol grande, hacer un agujero en medio y añadir, por este orden, los huevos, la mantequilla a temperatura ambiente (blanda), el azúcar, el licor, la sal, la piel del limón rallada, la canela en polvo y, opcionalmente, la esencia de vainilla. Amasar hasta que todo queden bien integrado. Veréis que la masa queda bastante húmeda y que cuesta amasarla porque se pega en la mano. Ir trabajando hasta que quede todo bien integrado y no se pegue tanto. Si véis que os cuesta, se puede dejar reposar la masa 10 minutos y volver a amasar después.
- Cuando la masa base haya doblado su volumen, añadirla a la masa anterior y amasar todo hasta que las dos masas estén bien integradas y quede una masa homogénea. La masa de la coca de San Juan es una masa bastante húmeda y cuesta trabajarla. Amasar hasta que no se pegue tanto y quede bien fina y sin grumos.
- Poner papel de horno encima de una bandeja de horno (también se puede utilizar una plancha de horno directamente untada con aceite o mantequilla). Untarse las manos ligeramente con aceite de oliva para que la masa no se pegue en las manos cuando se manipule y colocar la masa encima del papel de horno. Extender la masa con la ayuda de un rodillo untado con aceite, procurando que sea el doble de larga que de ancha y tenga una forma ovalada. Debe tener un grosor de 1 centímetro aproximadamente. Cuando se extienda la masa, tener en cuenta que ésta fermentará y aumentará de volumen. Por tanto, procurar dejar espacio a los lados para que pueda crecer cuando fermente.
- Pintar la superficie de la coca con huevo batido.
- Sacar la manga pastelera de la crema de la nevera y realizar líneas inclinadas y paralelas de crema primero en un sentido y, después, en sentido perpendicular.
- Dejar fermentar la masa hasta que doble el volumen, aproximadamente durante 1 hora.
- Una vez haya fermentado, repartir los piñones por encima.
- Cuando quede media hora, precalentar el horno a 190 ºC con calor arriba y abajo.
- Cuando la coca ya haya fermentado, hornearla durante 20-25 minutos, hasta que se vea que la superficie tiene un buen color dorado.
- Apagar el horno y dejar la puerta entreabierta para que la coca de San Juan de crema se empiece a enfriar poco a poco. Una vez fría, si no se come de inmediato, conservar la coca de San Juan de crema en la nevera hasta el momento de consumirla.
Si te ha gustado la receta de la coca de San Juan de crema
tal vez te gustará también la receta del coca de chicharrones. ¡Anímate a probarla! 😉
