Coca de chicharrones

La coca de chicharrones es uno de los dulces que forma parte de la cultura gastronómica catalana. Muy común en la verbena de San Juan, junto a la tradicional coca de San Juan elaborada con masa de brioche y fruta confitada o crema pastelera, la coca de chicharrones también es habitual encontrarla en muchas panaderías y pastelerías de Catalunya. La textura crujiente y la combinación de sabores dulce y salado, provenientes del azúcar y los chicharrones respectivamente, son las características distintivas de esta peculiar coca que tantos fanáticos tiene.
No es raro encontrar productos del cerdo como la manteca o los chicharrones en recetas de postres en territorios que antiguamente formaban parte de la Corona de Aragón. Y es que muchas de estas recetas tienen un origen medieval y emanan de una cultura gastronómica pasada común. La Edad Media fue una época especial caracterizada por la introducción de multitud de recetas con carne de cerdo y todo lo que de él se extraía. Del cerdo siempre probablemente se ha aprovechado casi todo (o todo), o al menos eso es lo que nos ha llegado a través de tantos refranes populares que aluden a esta pobre bestia.
Ese afán de aprovechamiento, y el hecho de que la grasa, en forma de manteca o chicharrón, durase más que la carne fresca en la despensa, seguramente tuvo mucho que ver en la introducción de estos ingredientes en muchas preparaciones. Sin embargo, ciertamente no fue la única razón. Desde finales de la Edad Media y durante el Barroco, utilizar carne de cerdo o cualquier cosa elaborada con cerdo era sinónimo de ser buen cristiano. O dicho de otra manera, no ser musulmán ni judío. Una característica que muchas familias intentaron reafirmar abiertamente incorporando carne de cerdo o productos del cerdo a su dieta para que nadie dudara de su verdadera fe católica.
La palabra ensaïmada proviene precisamente de su ingrediente principal, el saïm, manteca de cerdo en catalán. Otros dulces que incorporaban manteca de cerdo eran las mantegades de Castellón, similares a los mantecados tan populares en toda España. O la preparación que nos ocupa, la coca de chicharrones, una masa elaborada a base de hojaldre y chicharrones, terminada con azúcar y piñones, que sorprende por su relativa facilidad de preparación, su textura y su inconfundible sabor dulce y salado.
Ingredientes para 8 personas
150 g de chicharrones
1 hoja de hojaldre (250 g)
1 yema de huevo
1 c.s. de agua
70 g de piñones
50 g de azúcar
Preparación de la coca de chicharrones
- Precalentar el horno a 210 ºC, con calor sólo abajo.
- Picar los chicharrones en la picadora para obtener trozos pequeños. Si los trozos son demasiado grandes, acabarán rompiendo el hojaldre al extenderlo con el rodillo.
- Enharinar ligeramente el mármol o zona de trabajo donde haréis la coca de chicharrones para que no se pegue la pasta cuando la estiréis. Enharinar también el rodillo.
- Cortar el hojaldre en tres trozos rectangulares.
- Poner un trozo de hojaldre en la zona de trabajo y repartir por encima la mitad de los chicharrones picados. Debe quedar bien cubierto de chicharrones.
- Poner encima un segundo trozo de hojaldre, presionar con las manos y repartir el resto de los chicharrones picados.
- Poner el último trozo de hojaldre encima y volver a presionar con las manos para que quede todo bien compactado.
- Estirar bien el hojaldre con el rodillo. Más o menos debe doblar la longitud y ligeramente la anchura.
- Plegar el hojaldre. Llevar primero un extremo al centro y después el otro extremo.
- Girar el hojaldre plegado 90º para que vuelva a quedar un rectángulo alargado y volver a extender la pasta con el rodillo hasta doblar la longitud.
- Volver a plegar la pasta como antes: primero llevando un extremo al centro y después el otro extremo.
- Dar la vuelta a la hojaldre, enharinar un poco y ir estirando de nuevo con el rodillo hasta que quede bien delgado y tenga el tamaño de la bandeja del horno donde se cocerá. Si es necesario, ir poniendo un poco de harina sobre la masa para que no se pegue ni en la mesa ni en el rodillo. Si veis que no queda del todo rectangular, se puede recortar los bordes con el cuchillo y así el resultado final quedará más bonito.
- Untar ligeramente la bandeja que utilizaréis para cocer la coca de chicharrones con mantequilla y, con la ayuda de un difusor o con los propios dedos, mojarla ligeramente con agua. Todo esto servirá para que, después, la coca no se pegue a la bandeja y no se queme excesivamente la base.
- Enrollar la coca de chicharrones en el rodillo y extenderla sobre la bandeja.
- Mezclar la yema de huevo con un par de cucharadas de agua.
- Pintar la superficie de la coca con la yema de huevo batido con el agua con la ayuda de un pincel.
- Repartir por encima los piñones.
- Espolvorear bien la coca de chicharrones con azúcar.
- Si se desea dar un toque más tradicional a la coca, se puede marcar un poco la pasta de los bordes con la ayuda de los dedos y de un cuchillo, haciendo pequeñas marcas con la parte que no corta del cuchillo (la del lado opuesto de la parte que corta).
- Hornear la coca de chicharrones a 210 ºC con calor sólo abajo durante 20-25 minutos hasta que tenga un bonito color dorado. Vigilar los últimos minutos para no cocerla en exceso y que acabe demasiado tostada.
Si te ha gustado la receta de la coca de chicharrones
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