Mermelada de moras
Cuando llegan los últimos días de agosto, a menudo nos coge una compresible melancolía por el fin de las vacaciones. La luz del día empieza a ser diferente, las horas de sol disminuyen y las conversaciones giran alrededor de las vivencias estivales pasadas, como si fueran un lejano recuerdo pero muy vivo dentro de nosotros, como si ya presagiáramos su fin y nos empezáramos a despedir de ellas hasta el año siguiente. Por suerte, el fin del verano y las tan esperadas vacaciones también nos lleva un fruto rojo sufrido de recolectar, pero delicioso: las moras. Parece como si estuvieran hechas para compensar este sentimiento de melancolía que nos abriga, para demostrarnos que el fin del verano también trae frutos que, si sabemos conservarlos adecuadamente, pueden ayudarnos a llegar a la próxima canícula. La mermelada de moras es quizás la mejor forma de conservarlas y, probablemente y según mi gusto, de saborearlas. Sólo hay que cocerlas con azúcar, un poco de manzana para darles consistencia y jugo de limón, el ácido del que ayudará a su conservación. Hecha la mermelada de moras, ya se puede envasar en botes, hacerles el baño maría y al armario, hasta que volváis a recogerlas el año siguiente, cuando os vuelva a encoger ese sentimiento nostálgico propio del fin de la verano y las vacaciones.
Ingredientes para 7 tarros de 175 ml
1 kg de moras
2 manzanas Golden
500 g de azúcar
1 limón
100 ml de agua mineral natural
Preparación de la mermelada de moras
- Pelar las manzanas, retirarles el corazón y cortarlas en cuatro trozos.
- Poner los trozos de manzana en una olla junto con el agua y las moras y hervir hasta que las manzanas estén blandas, aproximadamente durante 30 minutos.
- Apagar el fuego, triturar con la batidora eléctrica y pasar por el pasapurés usando la rejilla más fina para que no queden semillas.
- Volver a poner en la olla, llevar a ebullición, añadir el azúcar y el zumo de limón y hervir a fuego lento durante 30 minutos o hasta obtener la textura deseada, removiendo de vez en cuando y con la olla medio tapada.
- Apagar el fuego, poner la mermelada de moras caliente en tarros esterilizados (para esterilizarlos se tienen que hervir previamente con agua unos minutos y dejarlos secar bien) y cerrarlos inmediatamente.
- Para conservar la mermelada de moras más tiempo se pueden hacer dos cosas. Si la queréis conservar poco tiempo (unos pocos meses), después de cerrar los tarros, ponerlos boca abajo durante unas horas. De esta manera se escapará parte del aire del interior y se hará una especie de vacío. Si en cambio queréis conservar la mermelada de moras más tiempo, podéis esterilizar los tarros al baño maría. Sólo se tiene que poner agua en una olla ancha y alta, sumergir los tarros y hervirlos a fuego lento durante 20 minutos. Pasado este tiempo, retirar los tarros, dejarlos enfriar a temperatura ambiente y guardarlos.
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