Tortilla de calabacín y cebolla
Si hay un ingrediente en la cocina que me parece especialmente imprescindible este es el huevo. No tanto desde el punto de vista saludable y nutricional, en este caso hablaríamos de la fruta y la verdura sin duda, sino por su facilidad para combinar con todo tipo de alimentos. En muchas recetas, el huevo aporta sabor y textura, como en el caso de los postres. En otros sirve de acompañamiento para suavizar o amalgamar sus acompañantes. Y en otros toma relevancia para convertirse en el ingrediente principal del plato, tomando todo el protagonismo que tan amablemente cede en las otras ocasiones. Las tortillas son un ejemplo.
En una tortilla, aunque esté elaborada con más ingredientes, el huevo debe ser el rey. Y por eso se le debe tratar con respeto y equilibrar sabiamente las proporciones para evitar que pierda notoriedad. Se debe batir suavemente, sin sal, para no favorecer la coagulación. Se debe sacar un rato antes de la nevera para que coja temperatura. Hay que saber escoger el tamaño de sartén adecuado para que el huevo pueda coagular despacio y la tortilla adquiera el diámetro y altura deseados. Hay que cocerlo poco rato y tratar de conservar la deliciosa humedad que lo caracteriza. Una tortilla seca no vale nada.
Con estas premisas podemos dejar volar la imaginación y elaborar todo tipo de tortillas: sólo con huevo, de queso, de calçots, de ajetes, de patatas, paisana y cualquiera que os pueda venir a la cabeza. Una combinación infalible es la tortilla de calabacín y cebolla. La cebolla, ahogada y caramelizada lentamente, junto con el calabacín, forman un dúo que, mezclado con el huevo, cogen una dimensión que raramente consiguen en otros platos donde también aparecen juntos. Conseguir el punto de las tortillas puede parecer algo fácil, pero requiere de práctica y una cierta intuición. Empezar dominando la tortilla de calabacín y cebolla puede ser un buen inicio.
Ingredientes para 2 personas
3 huevos ecológicos
1 cebolla
1 calabacín mediano
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Preparación de la tortilla de calabacín y cebolla
- Pelar la cebolla y cortarla en juliana fina.
- Poner aceite de oliva en una sartén de unos 20 cm de diámetro y sofreír a fuego muy lento (el mínimo posible) durante unos 30 minutos. Tenemos que ver cómo se caramelizando, sin llegar a quemarse.
- Limpiar y pelar el calabacín. Cortarlo en trocitos y pasados los 30 minutos, añadirlo también en la sartén. Sofreírlo con la cebolla 15 minutos más a fuego muy lento.
- Mientras, en un bol, batir los huevos suavemente. Cuando tengamos el calabacín y la cebolla bien sofritos, añadirlos al bol con los huevos. Remover y salar al gusto.
- Poner la sartén otra vez al fuego con un poco más de aceite de oliva si hiciera falta y, cuando esté bien caliente, incorporar la mezcla.
- Cocer la tortilla de calabacín y cebolla unos minutos (no muchos si os gusta bien jugosa por dentro). Darle la vuelta con la ayuda de un gira-tortillas y terminar de cocerla 1 o 2 minutos más.
- Para servir la tortilla de calabacín y cebolla, podéis hacerlo acompañada de un par de rebanadas de pan tostado con tomate, aceite y sal.
Si te ha gustado la receta de la tortilla de calabacín y cebolla
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