Calamares rebozados con harina y huevo
Los rebozados tradicionales por excelencia de los calamares son a la romana, a base de una pasta de huevo, harina y agua carbonatada, y a la andaluza, sólo pasados por harina. Las dos son alternativas infalibles con resultados prácticamente garantizados. La primera, con un rebozado más consistente, crujiente y sabroso y, la segunda, con un rebozado ligero, etéreo y delicado que destaca el sabor del calamar y su textura blanda. En medio de estas dos opciones encontramos la versión de los calamares rebozados con harina y huevo, variante light del rebozado a la romana y un poco más consistente que el rebozado a la andaluza. Una versión no tan pesada que permite seguir dando una textura crujiente al calamar sin renunciar a la suavidad y delicadeza que se consigue cuando simplemente se pasan los calamares por harina. Las complicaciones de la receta son mínimas, pero requieren prestar atención especial en un par de puntos. Por una parte, aseguraos de limpiar bien los calamares bajo el grifo y secarlos bien con papel absorbente para eliminar toda el agua. Este punto es imprescindible para que la harina no se pegue en exceso al calamar. Por la otra parte, como todas las frituras, el aceite debe estar bien caliente (180 °C) cuando empecéis a freír las rodajas de calamar rebozadas. El proceso de freír se debe hacer poco a poco, sin freír muchos trozos a la vez, para que estos no se toquen unos con otros y se peguen, y la temperatura del aceite no baje en exceso al poner los trozos. De esta manera conseguiréis una textura crujiente y bien dorada. Y, sobre todo, freír poco tiempo los calamares, o corréis el riesgo de que os queden secos y duros.
Ingredientes para 2 personas
2 calamares medianos
Harina para rebozar pescado
1 huevo
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Opcional: 1 limón
Preparación de los calamares rebozados con harina y huevo
- Limpiar bien los calamares para quitarles la posible arena que puedan tener y secarlos bien con papel absorbente.
- Cortar las aletas y las patas de los calamares. Cortar el cuerpo del calamar en rodajas de un 1 cm aproximadamente, las patas largas en 3 o 4 trozos y el resto de patas en trozos más pequeños para que puedan caber enteras en la boca.
- Enharinar los trozos de calamar y pasarlos por un colador fino para terminar de quitar el exceso de harina que puedan tener.
- Poner aceite de oliva abundante en un cazo pequeño para que cubra totalmente las rodajas de calamar cuando las pongamos y calentarlo.
- Cuando el aceite esté bien caliente (180 ºC si tenéis termómetro), pasar las rodajas y patas del calamar enharinadas por huevo batido con un poco de sal y freírlas inmediatamente hasta que estén doradas, aproximadamente 1 minuto. El calamar no se debe freír en exceso porque sino queda seco y duro. Freír las rodajas de calamar en tandas pequeñas para que tengan suficiente espacio en el cazo para freírse bien, no se peguen unas con otras y evitar que el aceite baje mucho de temperatura.
- Reservar los calamares rebozados con harina y huevo sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Los calamares rebozados con harina y huevo se pueden servir acompañados de limón para contrarrestar el efecto graso de la fritura.
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