Croquetas de carn d’olla

Cuando llegan los primeros indicios de aire frío es momento de sacar la olla grande del fondo del armario de la cocina y prepararse para la temporada de caldos y escudelles. Reconfortante y reconstituyente, sobre todo cuando se palpa el ambiente gélido y necesitamos entrar en calor, el caldo caliente tiene los mismos efectos que un buen abrazo cuando más lo necesitamos. Al ingerirlo, notamos cómo el calor pasa esófago abajo hasta llegar a nuestro estómago, mientras una sensación placentera nos invade al momento. Cucharada a cucharada retroalimentamos esta sensación y, en un santiamén, nos vamos recomponiendo y sintiendo como en casa. Es el efecto mágico del caldo y la escudella y no es de extrañar que haya sido alimento de los enfermos durante mucho tiempo en nuestro país.
Dicho esto, no hace falta esperar a la Navidad para comer una buena escudella. La escudella de Navidad es la escudella por antonomasia. La tradición y magnificencia del plato lo han hecho bien merecedora de este reconocimiento. Esto es irrefutable e innegable. Pero de ahí, a sólo comer escudella en Navidad, tampoco. Nos lo deberíamos hacer mirar. Hay que reivindicar la escudella, y los caldos todo sea dicho, como alimento indispensable para recomponer el cuerpo y el espíritu. Su preparación no tiene mucha complicación, más allá de ir a comprar los ingredientes, y su versatilidad admite que se pueda poner de más o menos en función de nuestro bolsillo. De la olla obtendremos no sólo un caldo bien sabroso y reconfortante, sino también una fantástica carne (carn d’olla en catalán) con la que podemos elaborar unas fantásticas croquetas de carn d’olla como las que encontraréis a continuación. Argumentos no nos faltan, pues, para incorporar las escudellas y caldos a nuestra cocina del día a día.
Ingredientes para unas 30 croquetas de carn d’olla de 35 gramos
PARA LA PASTA:
1 cebolla mediana picada
50 g de mantequilla
50 g de harina
500 g de leche entera fresca (o 250 ml de leche + 250 ml de caldo de escudella)
400 g de carn d’olla
ESPECIES Y CONDIMENTOS:
Sal
Pimienta negra
1 pizca de nuez moscada
PARA EL REBOZADO:
Harina
2 huevos
100 g de pan rallado (o panko)
PARA FREÍR:
Aceite de oliva virgen extra (o de girasol)
Preparación de las croquetas de carn d’olla
- Calentar la mantequilla en una sartén y dorar la cebolla picada a fuego lento, unos 15 minutos.
- Añadir la harina y tostar durante 10 minutos. Es imprescindible cocer la harina durante un rato para aumentar su digestibilidad y que sea más fácil de digerir.
- Incorporar la carn d’olla, desmenuzada o picada con la picadora o con un cuchillo, sofreír unos minutos, mojar con la leche (o leche y caldo), salpimentar, añadir una pizca de nuez moscada y cocer lentamente hasta conseguir una pasta que no se pegue cuando la toquemos pero que esté todavía húmeda.
- Probar la pasta de las croquetas y rectificar la condimentación al gusto.
- Poner la pasta en un recipiente hondo, taparla con papel film de modo que contacte directamente con la pasta, y dejarla enfriar. De esta manera evitaremos que se haga costra en la superficie.
- Cuando la pasta esté fría, ya podemos hacer las croquetas de carn d’olla. Sólo se tienen que hacer porciones de unos 30-35 gramos, darles forma de croqueta y pasarlas, por este orden, por harina, huevo batido y pan rallado (Nota: también podéis rebozar las croquetas sin harina, sólo con huevo batido y pan rallado).
- Freír las croquetas de carn d’olla por inmersión en aceite de oliva virgen extra a 180 ºC y dejarlas reposar sobre papel absorbente para sacar el exceso de aceite.
Si te ha gustado la receta de las croquetas de carn d’olla
tal vez te gustará también la receta de la salsa bechamel. ¡Anímate a probarla! 😉