Bizcochos de soletilla caseros

La pastelería tiene tres ingredientes principales que se encuentran presentes en multitud de recetas. Hablamos del huevo, la harina y el azúcar. Evidentemente hay más, como la mantequilla, la leche o la levadura, pero ahora no vienen al caso. El hecho sorprendente es como estos tres ingredientes, en función de cómo los procesamos y con qué los acompañamos, dan pie a recetas tan y tan diferentes. Buñuelos, bizcochos, magdalenas, bollos, bizcochos de soletilla y otros tipos de masas suelen incluir estos mismos ingredientes y, en cambio, acaban teniendo texturas y formas muy diferentes.

La esencia más profunda de estos tres ingredientes que acabamos de nombrar quizás la tenemos que ir a buscar en los bizcochos de soletilla. Un dulce que no lleva ningún ingrediente más y permite entender la contribución de cada uno de ellos al resultado final. Por una parte, los huevos se separan en dos y, mientras por un lado endulzamos las yemas con el azúcar, por el otro creamos una masa espumosa y etérea con las claras batidas a punto de nieve. Esta espuma, cuidada como si fuera oro, es la que dará ligereza a los bizcochos de soletilla una vez cocidos. Basta mezclar con cuidado las yemas de huevo endulzadas, lo que aportará sabor al producto final y, finalmente, añadir la harina, el ingrediente que dará estructura y consistencia a los bizcochos de soletilla.

El reto de estas preparaciones tan sencillas es ser cuidadoso con la técnica y entender bien el porqué de cada ingrediente. Un aprendizaje fundamental que nos puede permitir construir unos cimientos sólidos que podemos aplicar después en otras preparaciones que hagamos.

Ingredientes para 35-40 bizcochos de soletilla caseros

5 yemas de huevo
5 claras de huevo
100 g de azúcar
100 g de harina
Azúcar lustre

Preparación de los bizcochos de soletilla caseros

1. Precalentar el horno a 180 ºC.
2. En un bol, batir las yemas de huevo con la mitad del azúcar hasta que veamos que la mezcla adquiere un tono más blanquecino y una textura más esponjosa.
3. En otro bol, poner la otra mitad del azúcar y las claras de huevo y batir a punto de nieve.
4. Mezclar suavemente con una espátula las claras batidas a punto de nieve con las yemas. Se debe vigilar que la mezcla no pierda mucho volumen.
5. Incorporar la harina tamizada (para evitar que tenga grumos). Mezclarla también con la espátula, suavemente para mantener la esponjosidad del conjunto.
6. En una bandeja de horno, sobre papel especial para horno, formar los bizcochos de soletilla con la ayuda de una manga pastelera (si no tenéis podéis utilizar una cuchara). Evitar ponerlos muy juntos porque dentro del horno crecerán de volumen y se podrían llegar a tocar.
7. Espolvorear los bizcochos de soletilla con azúcar lustre.
8. Hornear los bizcochos de soletilla 10 minutos a 180 ºC.
9. Retirar los bizcochos de soletilla caseros del horno, dejar que se enfríen y ya se pueden comer.

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