Crema de avellanas y cacao
Las prisas o la pérdida del hábito de cocinar, o bien todo a la vez, nos ha llevado a comprar cada vez más y más productos alimenticios procesados o ultraprocesados. Estaba tentado de decir, en lugar de productos alimenticios, alimentos, pero si ya el primer concepto chirría, el segundo sería, sin duda, demasiado generoso. Hoy en día, muchos productos ultraprocesados llevan un exceso de azúcar, sal, grasas y aditivos. Quizás los aditivos son útiles de cara a facilitar los procesos productivos o permiten conseguir texturas concretas y el azúcar, sal y grasas hacen que estos productos sean más atractivos, casi adictivos, para el paladar. No obstante, también, alteran y enmascaran la esencia de los ingredientes principales y su aporte nutricional es dudoso e, incluso, en algunos casos perjudicial para nuestro organismo. Si además le sumamos la incertidumbre sobre la procedencia de los ingredientes con los que se elaboran muchos ultraprocesados, todo ello hace que generen bastantes dudas. No es extraño, pues, todas las voces que se han alzado en su contra.
Comprar ciertos productos ultraprocesados cuando hacerlos en casa es sencillo, rápido y económico debería hacernos pensar. Un ejemplo son las conocidas cremas de avellanas y cacao para untar. Hasta hace unos años, en nuestro país prácticamente sólo existía una marca comercial, hasta que llegó su competidora italiana. En ambas cremas el ingrediente principal es el azúcar, seguido de aceite vegetal, hasta hace nada de la controvertida palma. De avellanas llevan entre un 4% y 13%. Tal vez en lugar de llamarse crema de avellanas y cacao deberían llamarse crema de azúcar con aceite al toque de avellana y cacao.
Hacer una crema de avellanas y cacao casera no tiene ningún tipo de complicación, queda buenísima y permite escoger los ingredientes que queremos poner, ajustando las proporciones a nuestros gustos. Sólo hay que hacer primero la crema de avellana con el triturador de alimentos, añadir el resto de ingredientes y volver a triturar para mezclar bien y obtener una crema homogénea. Una crema de avellanas y cacao así no sólo es mucho más saludable sino que, además, nos da la satisfacción de haberla hecho nosotros. Pocas cosas son tan sencillas como ésta. Una buena manera para empezar a recuperar el terreno que nos habían ganado los ultraprocesados, acercarnos a la cocina y cuidar de nuestra alimentación.
Ingredientes para 1 tarro de 250 ml
100 g de avellanas tostadas
40 g de cacao en polvo
30 g de leche desnatada en polvo
30 g de aceite de oliva virgen extra (o aceite de coco)
15 g de azúcar glas (o 2 dátiles medjul)
Opcional: 1 c.c. de canela o ½ vaina de vainilla
Preparación de la crema de avellanas y cacao
- Triturar las avellanas tostadas con la picadora hasta obtener una pasta. A medida que vamos triturando las avellanas ya veréis como éstas sueltan su grasa y se va formando una pasta untuosa.
- Añadir el resto de ingredientes y, opcionalmente si queremos aromatizar la crema de avellanas y cacao casera, un poco de canela o la raspadura interior de media vaina de vainilla. Volver a triturar hasta obtener una pasta homogénea.
- Guardar la crema de avellanas y cacao casera en un tarro. Se conserva bien en la nevera entre una y dos semanas.