Granola casera
Tiempo atrás habría sido impensable elaborar una misma en casa sus propios cereales para el desayuno. Durante muchos años nos han acostumbrado a consumirlo todo tan procesado y bien envasado que incluso las cosas más sencillas nos resultan lejanas. En el fondo, muchas preparaciones son más fáciles de lo que pensamos y, con un poco de tiempo y voluntad, podemos elaborar muchas de estas cosas que compramos habitualmente para comer. La ventaja de elaborarla nosotras mismas es que podemos elegir los ingredientes que utilizamos y, de este modo, incidir directamente en nuestra salud, eligiendo aquellos productos más beneficiosos para nosotros, las personas que los elaboran y el medio ambiente.
Casi todos y todas hemos comido alguna vez cereales para desayunar. Algunas personas lo hacen muy a menudo, otras de vez en cuando y, otras, nunca. Si sois de las primeras o las segundas, poder disfrutar de granola casera no tiene rival y, una vez hecha, aguanta bastante tiempo. Hacérsela una misma permite modificar los ingredientes al gusto e ir variándolos de vez en cuando para no caer en la monotonía. Podemos variar el tipo de frutos secos que ponemos (mejor si son de proximidad), las especies o los frutos secos. Podemos no ponerle semillas de sésamo y lino si no tenemos. Podemos poner en lugar de miel, sirope de arce, producto que, a pesar de no ser de proximidad, también da buenos resultados. El aceite de coco, en este caso, al ser un aceite que a temperatura ambiente se mantiene sólido, es mejor usarlo para favorecer la textura crujiente de la granola casera.
Una preparación fácil de hacer y al alcance de todas, y una manera de reducir los productos ultraprocessados que los últimos años nos han hecho creer que eran insustituibles. Con pequeños cambios como este, poco a poco podemos mejorar nuestra alimentación y tomar conciencia de todo lo que supone.
Ingredientes
500 g de copos de avena (integrales o normales)
150 g de frutos secos al gusto (nueces, avellanas, almendras, pipas de calabaza,…)
3 c.s. de semillas de sésamo y/o lino trituradas
3 c.p. de especies en polvo al gusto (canela, cardamomo,…)
75 g de aceite de coco
75 g de miel
75 g de fruta desecada o deshidratada al gusto (arándanos, pasas, coco deshidratado)
1 pizca de sal
Opcional: 50 g de azúcar (de coco, de caña, integral o panela)
c.p.: cucharada de postre | c.s.: cucharada sopera
Cómo hacer la granola casera
- Precalentar el horno a 180 ºC.
- Los frutos secos podemos dejarlos enteros o picarlos ligeramente para obtener trozos pequeños.
- En un bol, mezclar los copos de avena con los frutos secos, las semillas de sésamo o lino, las especies y la pizca de sal. Opcionalmente, también se puede poner un poco de azúcar.
- Poner en un vaso o cuenco pequeño el aceite de coco y la miel y calentar ligeramente en el microondas para que cojan textura líquida.
- Añadirlo al bol y mezclar con una espátula.
- Forrar una bandeja grande para horno con papel sulfurizado (papel de horno), añadir la mezcla y hornear 10-12 minutos a 180 ºC.
- Retirar la bandeja del horno, remover la granola casera y hornear 10-12 minutos más.
- En este punto, podemos sacar ya la granola del horno o volver a removerla y dejarla 10 minutos más si queremos que quede más tostada.
- Apagar el horno y dejar enfriar la granola casera.
- Una vez fría, añadir la fruta desecada y/o deshidratada.
- Guardar la granola casera en un recipiente hermético.
- Para comer la granola casera, podéis mezclarla con leche, leche vegetal o yogur, y además, si os gusta, añadirle fruta fresca troceada.
Si te ha gustado la receta de la granola casera
tal vez te gustará también la receta de las galletas de chocolate (chocolate chip cookies). ¡Anímate a probarla! 😉