Horchata casera

La horchata es una bebida muy refrescante y nutritiva que tiene, al mismo tiempo, tanto amantes incondicionales como detractores declarados. Se puede elaborar con diferentes tipos de vegetales, como la cebada, las almendras, las avellanas o el arroz, pero su variante más popular es la elaborada con chufas, un pequeño tubérculo rico en azúcar, almidón, grasas y fibra que ya se cultivaba en la época del Antiguo Egipto. Su cultivo llegó a la Península Ibérica con la llegada de los musulmanes, hacia el siglo VIII, y se desarrolló especialmente en la zona del País Valencià, donde hoy es ampliamente popular y lugar en el que pensamos cuando hablamos de esta bebida. Su elaboración es muy sencilla. Sólo se necesitan chufas, agua mineral natural y un poco de azúcar. El proceso comienza con el remojado de las chufas secas, una noche para ir bien. Una vez rehidratadas, basta triturarlas con azúcar y agua y colar la mezcla con un colador fino. Si queremos un resultado aún más fino, sólo hay que pasar el líquido resultante por un tamiz. El último paso es guardar la horchata casera en la nevera, para que esté fría en el momento de beberla, punto indispensable si queremos disfrutar de ella como es debido, acompañada de un par de «fartons» calientes que, remojados en el horchata bien fresca, os harán sentir como si estuvierais en el mismo pueblo de Alboraia (País Valencià), de donde son originarios los «fartons», sentados en la terraza de un bar, sintiendo en la cara la agradable brisa de una noche calurosa de verano. Y ya para terminar, aunque la etimología del nombre procede probablemente de la palabra «ordiata», que quiere decir «hecho de cebada» en latín, siempre podéis dejar volar la imaginación y recordar la leyenda popular que la atribuye a Jaume I quien, al entrar en Valencia y recibir un vaso de horchata de manos de una preciosa dama, exclamó maravillado en probarla: «Açò és or, xata».
Ingredientes para 1 litro de horchata casera
250 g de chufas
1 litro de agua mineral natural
50 g de azúcar
Preparación de la horchata casera
- Poner en remojo las chufas con un poco de agua durante toda una noche.
- Al día siguiente, colarlas, ponerlas en un bol con 250 ml de agua mineral natural y el azúcar y triturar bien con la batidora eléctrica.
- Añadir 250 ml más de agua y seguir triturando.
- Añadir el agua restante, 500 ml, y triturar.
- Colar la horchata con un colador fino.
- Si queremos conseguir un resultado aún más fino, pasar la horchata casera por un tamiz.
- Guardar la horchata casera en la nevera unas horas y servirla bien fría.
Si te ha gustado la receta de la horchata casera
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