Mermelada de albaricoque
La mermelada de albaricoque es una de mis preferidas. Bueno, tengo que reconocer que lo es cuando la elaboro yo mismo en casa, ya que puedo elegir los albaricoques en el mercado y asegurarme de que se encuentran en su punto óptimo de maduración. Por no hablar de cuando puedo usar albaricoques de algún buen amigo, agricultor o sencillamente algún afortunado de tener estos árboles en su jardín. En este último caso, la mermelada se convierte en inigualable y entra a formar parte del club de las mermeladas sublimes, junto con la mermelada de moras y la de higos, bajo mi humilde punto de vista, el cual bien podría ser objetado por cualquier persona con una poco más de «seny» gastronómico, cosa nada difícil.
Dicho esto, elaborar la mermelada de albaricoque no debe ser un problema con la receta que aquí os dejo. La principal dificultad la encontraréis en saber cuándo apagar el fuego; en saber identificar cuándo la mermelada ha alcanzado la textura adecuada, de modo que, una vez fría, no quede ni demasiado líquida ni demasiado sólida. Los tiempos de cocción de la receta son orientativos dado que el ritmo de evaporación del agua será más o menos rápido en función del tamaño de la olla y el nivel de fuego que utilicéis. Como tantas y tantas cosas, la experiencia os ayudará a saber cuándo parar la cocción. Quizás la primera vez no os quedará la mermelada como os hubiera gustado, pero seguro que cada nuevo intento que hagáis os quedará mejor que el anterior, hasta que también vosotros podáis decir, como yo he afirmado al principio, que la mermelada de albaricoque es excelente, pero si es casera, se convierte en sublime.
Ingredientes para 6 tarros de 350 ml
2 kg de albaricoques de la variedad Moniquí
800 g de azúcar de caña (hay recetas que ponen hasta 500 g por kg de fruta, yo prefiero poner menos)
2 limones
Preparación de la mermelada de albaricoque
- Cortar los albaricoques por la mitad y macerarlos con el azúcar toda una noche en la nevera.
- Al día siguiente, poner los albaricoques en una olla y cocer a fuego lento durante 30 minutos tapados. Remover a menudo. Cocerlos hasta que queden más blancos y transparentes.
- Añadir el zumo de los limones y cocer entre 30 y 45 minutos más a fuego medio, removiendo a menudo. El tiempo de cocción puede variar en función del tamaño de la olla utilizada y el nivel de fuego que usemos.
- Apagar el fuego y pasar por el pasapurés (si no tenéis, se puede triturar con la batidora eléctrica pero, personalmente, prefiero la textura que se consigue con el pasapurés).
- Acabar de cocer a fuego lento entre 5 y 15 minutos hasta conseguir la textura de mermelada deseada.
- Poner la mermelada de albaricoque caliente en tarros esterilizados (para esterilizarlos se tienen que hervir previamente con agua unos minutos y dejarlos secar bien) y cerrarlos inmediatamente.
- Para conservar la mermelada de albaricoque más tiempo se pueden hacer dos cosas. Si la queréis conservar poco tiempo (unos pocos meses), después de cerrar los tarros, ponerlos boca abajo durante unas horas. De esta manera se escapará parte del aire del interior y se hará una especie de vacío. Si en cambio queréis conservar la mermelada de albaricoque más tiempo, podéis esterilizar los tarros al baño maría. Sólo se tiene que poner agua en una olla ancha y alta, sumergir los tarros y hervirlos a fuego lento durante 20 minutos. Pasado este tiempo, retirar los tarros, dejarlos enfriar a temperatura ambiente y guardarlos.
Si te ha gustado la receta de la mermelada de albaricoque
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