Mermelada de fresa y manzana
Quien más quien menos tiene una comida preferida del día. Una de las mías es, sin duda, el desayuno. Elaborado con parsimonia, el ritual se repite casi cada mañana como si de un sacramento gastronómico se tratara. Su preparación, lenta y metódica, tiene lugar rodeada de aquel silencio tan característico que acompaña las primeras horas del día. Un acto que la tradición zen bien podría clasificar de samu donde el hecho de centrarse sólo en aquella tarea y en ninguna otra hace que entremos en un estadio meditativo de concentración plena que trasciende nuestro entendimiento.
Una de las cosas que no suele faltar en este desayuno es una buena tostada ligeramente untada con mantequilla y con mermelada casera por encima. Ya sea de fresa, moras, higos, melocotón o albaricoque, cualquier opción es adecuada y satisface los requisitos del sacramento mencionado. Las mermeladas caseras son relativamente fáciles de elaborar, si bien requieren una cierta experiencia para encontrar el punto a la textura deseada.
Una de las grandes ventajas que tenemos por el hecho de elaborar las mermeladas en casa es que podemos jugar con el azúcar en un función de si las queremos más o menos dulces y podemos hacer variaciones añadiendo uno u otro ingrediente. Esta mermelada de fresa y manzana es un ejemplo, donde se ha reducido ligeramente el azúcar y se ha añadido manzana para reforzar la textura sin alterar sustancialmente el sabor de la fresa. Encima de una tostada, mezclada con yogur o en una tarta su versatilidad es incuestionable, como el tiempo que necesito dedicar cada día al desayuno.
Ingredientes para 7 tarros de 180 ml
1 kg de fresas
3 manzanas Golden
450 g de azúcar de caña
El jugo de 1 limón y la piel
Preparación de la mermelada de fresa y manzana
- Limpiar las fresas, retirarles las hojas y cortarlas por la mitad.
- Poner las fresas limpias y troceadas en una olla con 350 g de azúcar, mezclar bien y dejar macerar toda una noche en la nevera.
- Limpiar las manzanas, pelarlas, retirarles el corazón, cortarlas en cuartos y añadirlas a las fresas ya maceradas.
- Poner la olla al fuego, tapar y, cuando empiece a hervir, bajar el fuego al mínimo y cocer 10 minutos.
- Pasado este tiempo, retirar los trozos de fresa y manzana y pasarlos por el pasapurés.
- Calentar de nuevo el líquido que haya quedado en la olla y, cuando empiece a hervir, bajar el fuego al mínimo, añadir 100 g de azúcar más y la piel del limón y cocer a fuego lento hasta espesar, durante unos 10 minutos.
- A continuación, añadir al jugo anterior el puré de fresa y manzana que hemos obtenido al pasar los trozos de fresa y manzana por el pasapurés y cocer durante 10 minutos más.
- Incorporar el jugo de limón y cocer 5 – 10 minutos más hasta obtener la textura deseada. Tener en cuenta que, una vez la mermelada de fresa y manzana se enfríe, quedará más espesa.
- Una vez que hayamos obtenido la textura deseada, apagar el fuego, retirar la piel del limón y retirar la espuma de la superficie.
- Poner la mermelada de fresa y manzana caliente en tarros esterilizados (para esterilizarlos hay hervirlos previamente con agua unos minutos y dejarlos secar bien) y cerrarlos inmediatamente.
- Para conservar la mermelada de fresa y manzana más tiempo se pueden hacer dos cosas. Si la queréis conservar poco tiempo (pocos meses), una vez cerrados los tarros, ponerlos boca abajo durante unas horas. De esta manera se escapará parte del aire del interior y se hará una especie de vacío. Si en cambio queréis conservar la mermelada de fresa y manzana más tiempo, podéis sacar el aire de los tarros haciendo un baño maría. Sólo hay que poner agua en una olla ancha y alta, sumergir los tarros y hervir a fuego lento durante 20 minutos. Pasado este tiempo, retirar los tarros, dejarlos enfriar a temperatura ambiente y guardarlos bien etiquetados.