Pastel de zanahoria
Me encantan los postres y soy de aquellos que, después de una buena comida, me gusta terminar con un sabor dulzón en la boca. Cuando era pequeño, como tantos y tantos niños, empecé las primeras probaturas en la cocina con los postres: crepes, brazos de gitano, buñuelos de Cuaresma, panellets, crema catalana y muchas otras recetas que sacaba de libros que tenía por casa. Sencillamente, me encantaba. Y a toda la familia, quien disfrutaba del postre tanto o más que yo.
Con el paso del tiempo esta pasión por los postres y los dulces no ha disminuido, pero he tenido que reducir significativamente sus preparaciones. Con la correspondiente independencia fruto de la emancipación del núcleo familiar, también se redujo el número de personas con quienes compartir las comidas. Y ante tal evidencia, o dejaba de elaborar dulces o me ponía a practicar deporte como un loco para quemar la cantidad de calorías que hubiera ingerido si me hubiera comido yo solo los postres que, por suerte, no llegué a elaborar.
Hecho este apunte, no he abandonado completamente la elaboración de dulces y postres y, muy de vez en cuando, me gusta volver a jugar con la harina, azúcar, huevos, leche, chocolate y todos aquellos ingredientes pecaminosos característicos de la pastelería. Uno de los pasteles con los que más disfruto es el pastel de zanahoria, evidentemente, recubierto con un frosting a base de mantequilla, azúcar lustre y queso de untar, un acabado que podéis sustituir por sólo azúcar lustre o eliminarlo si queréis reducirse sus calorías. Su preparación no tiene mucha dificultad técnica. Eso sí, como en cualquier receta de pastelería, debéis ser precisos y exactos en las cantidades. El resultado, un pastel de zanahoria consistente y esponjoso al mismo tiempo, lleno de matices aromáticos y nada empalagoso.
Ingredientes para 8-10 personas
2 huevos ecológicos
150 ml de aceite de girasol
150 g de azúcar de caña integral
200 g de zanahoria rallada
200 g de harina floja
50 g de nueces
50 g de pasas sin semillas (opcional)
1 c.p. de levadura en polvo (o bicarbonato)
2 c.c. de canela molida
½ c.c. de nuez moscada
Una pizca de sal
Opcional: la ralladura de una naranja
PARA LA COBERTURA DEL PASTEL DE ZANAHORIA:
200 g de queso de untar (tipo Philadelphia)
50 g de mantequilla
90 g de azúcar lustre (en polvo)
Preparación del pastel de zanahoria
- Precalentar el horno a 175 ºC.
- Mezcla la harina, la levadura (o bicarbonato), la sal, la nuez moscada y la canela (ingredientes secos). Tamizar para que no queden grumos y reservar.
- En un bol, batir los huevos y el azúcar de caña integral con una batidora de mano.
- Añadir el aceite de girasol y las zanahorias ralladas (ingredientes húmedos) y mezclar bien.
- Añadir las pasas y las nueces picadas groseramente. Opcionalmente también se puede añadir la ralladura de una naranja. Volver a mezclar.
- Añadir los ingredientes húmedos a los secos y mezclar de abajo arriba con una espátula, poco a poco, hasta obtener una masa homogénea.
- Untar el molde que queramos usar con mantequilla, enharinar, retirar el exceso de harina y poner la masa anterior.
- Hornear unos 40 minutos a 175 ºC. El tiempo dependerá del horno que tengamos y del molde que hayamos utilizado. Para saber si el pastel de zanahoria está suficientemente cocido, clavar un palillo en medio y, si sale limpio, querrá decir que está hecho. Al apagar el horno, dejar enfriar el pastel de zanahoria dentro con la puerta entreabierta.
- Para hacer la cobertura, mezclar el queso de untar, la mantequilla y el azúcar lustre y batir bien con la batidora de mano hasta obtener una pasta homogénea.
- Cuando el pastel de zanahoria esté ya frío, cubrir con la cobertura con la ayuda de una espátula.
Si te ha gustado la receta del pastel de zanahoria
tal vez te gustará también la receta del banana bread sin gluten. ¡Anímate a probarla! 😉
Neyla Deschamps
6 febrero, 2016 @ 03:50
excelente combinacion de nutrientes sobre todo beneficioso para las personas que se constipan.
Pau
7 febrero, 2016 @ 22:26
Muchas gracias por el apunte Neyla! La crema de calabaza y zanahora es deliciosa y, si además va bien para el resfriado, aún mejor! 🙂