Huevos al nido

Me parece extraordinariamente fantástico y maravilloso que un plato se pueda cocinar tan rápido, esté al alcance de todos los bolsillos y sea tan y tan bueno. Parece un milagro gastronómico. Por suerte, los huevos al nido no son la única excepción y hay otros, pocos por eso, que también producen una satisfacción enorme por los mismos motivos. Mejor no dar ejemplos para no desviar la atención de la receta que acabamos de mencionar, los huevos al nido, plato creativo y original no sólo por el nombre con el que se le conoce popularmente sino también por su peculiar forma de preparación. Vete a saber si se le ocurrió a alguien que, encontrándose con un panecillo medio seco y cuatro cosas en la cocina, decidió remojarlo con leche para ablandarlo, sacarle un poco de miga y llenarlo con mantequilla, huevo y el embutido que tenía más a mano. Sea como fuere, la receta ha llegado, afortunadamente, hasta nuestros días y aún hoy se sigue elaborando en bastantes hogares. La versión sencilla de los huevos al nido lleva todos los ingredientes dentro del panecillo y se termina cerrándolo con la misma tapa que se saca del propio panecillo. Las recetas más elaboradas, si se puede decir así, tapan el panecillo con la clara del huevo batida a punto de nieve, dejando sólo la yema dentro junto con el resto de ingredientes. Haga como se haga queda buenísimo pero a mí, particularmente, me gusta más la segunda opción.
Ingredientes para 1 persona
1 panecillo de Viena mediano
1 huevo
1 c.s. de mantequilla
El ingrediente siguiente que prefiráis cortado en dados pequeños: queso, jamón ibérico, foie, chorizo, chistorra o morcilla
3 c.s. de leche entera
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Preparación de los huevos al nido
- Abrir el panecillo de Viena por arriba (como si fuera una torta del Casar) y vaciar parte de la miga interior. Debe quedar más o menos un dedo de miga en la base del panecillo de Viena para que no se rompa cuando le pongamos el relleno y lo friamos después.
- Humedecer el interior del panecillo con la leche. Vigilar no pasaros porque se podría romper por la base o los lados si habéis sacado demasiada miga de pan.
- Colocar dentro del panecillo de Viena, por este orden, la mantequilla cortada en trocitos, el ingrediente opcional que hayamos elegido y la yema del huevo. Salar ligeramente.
- Montar la clara del huevo a punto de nieve y terminar de rellenar el panecillo de Viena. Terminarlo haciéndole un tapón voluminoso con la propia clara de huevo montada a punto de nieve.
- Freír el panecillo de Viena relleno con abundante aceite de oliva durante 30-60 segundos, vigilando que no se queme por debajo, mientras le vamos echando aceite caliente por encima con una cuchara. Si nos pasamos de tiempo probablemente se quemará demasiado por la base.
- Reservar el huevo al nido sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y servir inmediatamente para que esté bien caliente.
Si te ha gustado la receta de los huevos al nido
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