Dorada al horno con patatas y cebolla
Si algo tiene la dorada, a diferencia de los preciados peces de roca como la corvina, el cabracho o el mero, todos ellos peces excelentísimos y de los mejores que se pueden comer, es la presencia de pocas espinas relativamente fáciles de identificar y quitar. Su sabor es suave y perfumado, poco intenso, bien diferente de peces como la breca o el salmonete que a menudo tienen un sabor mucho más marcado en función de la alimentación que hayan tenido. Y su carne tierna y al mismo tiempo firme; no como el sargo, un pez con una carne mucho más rígida y compactada. Si además tenemos en cuenta que la cría de la dorada en piscifactorías se ha extendido de forma exponencial en los últimos años, lo que la ha hecho mucho más asequible, podemos entender que hoy en día la dorada sea uno de los peces más populares. Todo sea dicho, también, que la diferencia de sabor, e incluso estética, entre la dorada salvaje y la dorada de piscifactoría es notoria. Evidentemente es preferible la primera, pero esta decisión mejor que la tome cada uno en función de sus preferencias y, por supuesto, lo que se quiera gastar.
Como muchos peces, se puede cocinar la dorada de muchas maneras: a la plancha, al vapor o a la sal, tres alternativas muy saludables que permiten disfrutar de su sabor tal como es y, como no podía ser de otro modo, al horno. Una opción en la que se acompaña la dorada de patatas, cebolla, tomate y un buen chorro de vino blanco. Ciertamente, no es la opción más saludable de todas ellas pero el sabor de la dorada al horno y las patatas que lo acompañan es delicioso. Una receta fácil de preparar y que permite ir haciendo otras cosas mientras se va haciendo al horno.
Ingredientes para 2 personas
1 dorada de unos 500-600 g
1 cebolla mediana
1 patata grande (o 2 patatas medianas)
4 ajos enteros (o una cabeza de ajos)
1 tomate
100 ml de vino blanco
1 hoja de laurel
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta blanca
Opcional: 100 ml de fumet de pescado
Preparación de la dorada al horno
- Precalentar el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo.
- Pelar y cortar la cebolla en juliana.
- Limpiar, pelar y cortar las patatas en rodajas finas, de unos 0,5 cm.
- Aplastar los ajos con un cuchillo (o poner la cabeza de ajos entera y ligeramente pelada).
- Limpiar y partir el tomate por la mitad.
- En una bandeja para horno, poner la cebolla, las rodajas de patata, los ajos, el tomate, el laurel, salpimentar y añadir un buen chorro de aceite de oliva. Mezclar bien con la ayuda de una cuchara para que todos los ingredientes queden recubiertos de aceite. Hornear durante unos 30-40 minutos, hasta que veamos que las patatas y cebolla tienen un buen color dorado. A media cocción, sacar la bandeja del horno y remover para que las patatas y cebolla y se cuezan uniformemente.
- Pasado este tiempo, retirar la bandeja, incorporar el vino blanco (opcionalmente también se puede añadir fumet de pescado aunque no es necesario) y hornear 10 minutos más. El hecho o no de poner fumet hace que quede más salsa al final de la cocción.
- Mientras tanto, limpiar bien la dorada por fuera con un papel de cocina procurando sacar posibles escamas que aún queden (este paso es mejor pedir que lo hagan en la pescadería). Retire las vísceras y las branquias (esto también es mejor pedirlo a la pescadería) y limpie con papel absorbente el interior del pescado, asegurándose de quitar los posibles restos de sangre y vísceras que aún pueda tener. Opcionalmente, también podéis cortarle las aletas, aunque yo prefiero no hacerlo.
- Añadir la dorada y hornear aproximadamente 10-12 minutos a 180 ºC en función del tamaño del pescado (10-12 minutos por cada 500 gramos de pescado). Para asegurarnos de que la dorada al horno queda hecha al punto, lo mejor es controlar su temperatura interior con un termómetro de horno y apagarlo cuando llegue a los 63ºC.
Si te ha gustado la receta de la dorada al horno
tal vez te gustará también la receta de la breca al horno. ¡Anímate a probarla! 😉