Crema de calabacín
El calabacín me gusta especialmente por su versatilidad culinaria y su sabor suave y dulzón, cercano al de su prima hermana, la señora calabaza. A diferencia de esta última, caracterizada por su dureza, lo que también limita su uso en la cocina, el calabacín es mucho más blando y se puede utilizar en multitud de recetas, como en la crema de calabacín que aquí os propongo, para acompañar el pescado a la papillote, cortado a rodajas y hecho a la brasa, incorporándolo a la salsa de samfaina (parecida al pisto), como un ingrediente más de una pizza o cortado a daditos y sofrito con tomate para acompañar una buena pasta por ejemplo. En cuanto a la crema que ahora nos ocupa, el calabacín es el protagonista principal, sólo acompañado de un ligero sofrito de puerro y un poco de patata, que nos ayudará a dar una textura más cremosa. Evitad, por favor, poner demasiado patata, dado que, de hacerlo, no sólo alteréis la textura sino también el sabor y echaréis a perder la delicadeza de la que se suponía que tenía que ser la verdura principal: el calabacín. Si deseáis un sabor más marcado, siempre podéis sustituir el agua por un caldo de pollo o verduras pero, en este caso, el sabor ligero del calabacín quedará atenuado. Finalmente, dejo a vuestra discreción el uso de queso y especias. Reservaros estos ingredientes para ir variando la crema de calabacín de vez en cuando y, así, descubrir nuevas dimensiones que os ayudarán a romper con la monotonía culinaria en la que, de vez en cuando, caemos cuando tendemos a repetir una receta una y otra vez.
Ingredientes para 4 personas
4 calabacines medianos (aprox 1 kg)
1 patata mediana (unos 200 g)
2 puerros medianos (unos 400 g)
40 g de aceite de oliva virgen extra
800 ml de agua (o caldo de pollo o verduras)
Pimienta blanca
Sal
Para acompañar: picatostes de pan fritos o rocas de queso parmesano
Preparación de la crema de calabacín
- Cortar el extremo superior más verde de los puerros, limpiarlos bien y cortarlos en juliana.
- Poner el aceite de oliva en una olla alta y sofreír el puerro a fuego lento hasta que empiece a coger color. Unos 10 minutos.
- Mientras tanto, pelar la mitad de los calabacines y la patata. Dejaremos la mitad de los calabacines sin pelar para reforzar el color verde de la crema de calabacín. También la podemos hacer pelando todos los calabacines o dejando la piel a todos, como se quiera.
- Cortar los calabacines y la patata en dados no muy grandes.
- Añadir el agua a la olla (o caldo de pollo o verduras) y un poco de sal, tapar la olla y esperar que empiece a hervir. La cantidad de agua es orientativa. La cantidad puede variar en función de cómo guste de espesa o líquida la crema de calabacín y la potencia del fuego.
- Incorporar los dados de patata, tapar la olla y hervir 3 minutos.
- Incorporar los dados de calabacín, un poco de pimienta blanca, tapar la olla y hervir 6 minutos más.
- Apagar el fuego, dejar enfriar unos minutos y triturar a conciencia con la batidora eléctrica.
- Probar la crema de calabacín y rectificarla de de sal y pimienta si fuera necesario.
- Opcionalmente, si se quiere conseguir una crema de calabacín más fina, pasarla por el chino.
- Acompañar la crema de calabacín con unos picatostes de pan fritos o unas rocas de queso parmesano.
Si te ha gustado la receta de la crema de calabacín
tal vez te gustará también la receta de la crema de calabaza. ¡Anímate a probarla! 😉