Caldo de pollo
A veces, quizás muchas veces, es bueno empezar por el principio. Y no lo digo porque sí, pues hay quien es partidario de saltarse el principio e ir directamente al final. Podríamos admitir tal proceder si quien nos lo presenta es un buen conocedor de la materia, en quien confiamos y tenemos garantías de que conoce los fundamentos y la esencia de lo que habla, al que podríamos preguntar cómo ha llegado a tal resultado y nos sabría responder con pelos y señales, paso a paso, cómo lo ha conseguido. Por el contrario, algunos aventurados amantes de la rapidez y la estética superficial, prefieren empezar por el final y obviar el aprendizaje y sabiduría que aporta el hecho de comenzar por el principio, saltándose todos aquellos pasos intermedios que alguien, en algún momento, tuvo que hacer para llegar a tal conclusión. A todos estos aventurados, les recomiendo que, si quieren disfrutar y entender la cocina, comiencen por el principio y aprendan a dominar la técnica, antes de adentrarse a elaborar ciertas recetas. Aprender los diferentes tipos de cortes con cuchillo, hacer un buen sofrito, elaborar diferentes tipos de masas… y hacer buenos caldos y fumets, como el caldo de pollo que aquí presentamos y que podréis utilizar también en tantas y tantas recetas o, sencillamente, degustarlo como una sopa. No tiene mucho secreto, es fácil de preparar y podéis jugar un poco con las verduras, las hierbas aromáticas y la cantidad de pollo para descubrir diferentes resultados. Como habréis deducido, a mí, me gusta comenzar por el principio.
Ingredientes para 3 litros de caldo de pollo
3,5 litros de agua mineral natural
Aceite de oliva virgen extra
POLLO:
1 carcasa y el cuello del pollo escaldados
1 kg de alas de pollo
1 trozo de gallina
VERDURAS:
1 cebolla
2 zanahorias
1 puerro
1 rama de apio
1 nabo
1 chirivía
HIERBAS, ESPECIAS Y CONDIMENTOS:
1 hoja de laurel
1 rama de perejil
1 rama de tomillo
1 c.c. de pimienta blanca en grano
1,5 c.s. de sal
Preparación del caldo de pollo
- Pelar y trocear las verduras (hacer trozos grandes).
- Blanquear las carcasas de pollo, las alas y la gallina para sacar las impurezas (sumergirlo en agua fría, llevarlo a la ebullición, apagar el fuego, espumar y colar). Reservar.
- En una olla grande con un chorro de aceite de oliva, saltear las verduras durante unos minutos. No hay que sofreírlas mucho rato, sólo para que liberen los aromas.
- Añadir el pollo y la gallina blanqueados, las hierbas, las especias, la sal y el agua, tapar y llevarlo a la ebullición.
- Bajar el fuego y dejar cocer el caldo de pollo a fuego lento y tapado durante un mínimo de 3 horas.
- Espumar a menudo, es decir, retirar la espuma (las proteínas del pollo coaguladas) que se va formando en la superficie del caldo con la ayuda de una espumadera.
- Dejar enfriar el caldo de pollo, desengrasar si queremos que quede más suave (retirar la capa de grasa que se forma en la superficie) y pasar por el chino.
- Podéis aprovechar el caldo de pollo para coméroslo como una sopa o aprovecharlo para cualquier otra preparación donde fuera menester (risottos, arroces, cremas, etc).
Si te ha gustado la receta del caldo de pollo
tal vez te gustará también la receta del caldo de carne de ternera o buey (fondo moreno de carne). ¡Anímate a probarla! 😉