Chocolate a la taza tradicional
La tradición de tomar chocolate a la taza viene de lejos. No tan lejos, eso sí, si pensamos que el cacao llegó a España, y por tanto Europa, procedente de América a partir del siglo XVI. Allí, mayas, aztecas y toltecas ya lo consumían como bebida. La llamaban xocoatl y solían mezclar con hierbas y especias como guindilla, pimienta o vainilla. Esto hacía que tuviera un sabor especialmente amargo y picante, a diferencia del sabor dulce al que estamos acostumbrados. Esta característica del chocolate original fue integrada en algunas recetas de la cocina catalana donde, aún hoy, se utiliza el chocolate para ligar ciertos platos y dar un toque especial, como por ejemplo en el pollo con langosta, el pollo con cigalas, los civets o para complementar algunas picadas.
La tradición de tomar chocolate a la taza cuajó especialmente entre las clases acomodadas catalanas a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Una bebida poco accesible al resto de la población por el elevado precio de la materia prima. Se consumía con especies y para ello se empleaban unas tazas pequeñas llamadas xicres. Esta tradición se extendió rápidamente entre la monarquía y las clases altas españolas y, de rebote, a la corte francesa y el resto de Europa. A finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX el consumo del chocolate se acentuó, así como la forma de elaborarlo, y este incremento de la producción y consumo hizo que fuera más accesible a otras capas sociales.
El chocolate a la taza actual tiene ciertas similitudes con aquel chocolate tradicional, aunque hemos sustituido el sabor amargo y el picante por sabores más dulzones. Esto ha llevado en muchos casos a utilizar leche en lugar de agua y eliminar las especies de la preparación. Sin embargo, si queremos disfrutar de un buen chocolate a la taza tradicional, con la plenitud de su sabor, es preferible elaborarlo sólo con agua y darle un toque especiado tal como lo hacían los mayas, aztecas o toltecas. De un modo u otro, resulta exquisito y celestial. No es de extrañar, pues, que estas culturas lo conocieran como la bebida de los Dioses.
Ingredientes para 4 personas
200 g de chocolate a la piedra
450 ml de agua mineral natural
Especies en polvo opcionales (una o varias): una pizca de canela o vainilla, pimienta negra, cardamomo, jengibre,…
Preparación del chocolate a la taza tradicional
- Rallar el chocolate a la piedra.
- En un cazo, calentar el agua.
- Cuando hierva, añadir el chocolate a la piedra, condimentar con las especies a nuestro gusto, remover y después de que hierva 1 minuto, apagar el fuego.
- Servir el chocolate a la taza tradicional en tacitas y acompañarlo de un par de bizcochos de soletilla.
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