Ajoblanco
A veces parece increíble como da de sí la cocina de aprovechamiento, la cual sabe transformar cuatro miserias en platos excelsos y sabrosísimos. Recetas de aprovechamiento fruto, muchas veces, de la penuria y la oscuridad que no tienen nada que envidiar a todas aquellas elaboradas con las materias primas más caras y apreciadas. Este tipo de platos podemos encontrarlos en todas las culturas. Ejemplos sobradamente conocidos por todos son las croquetas, con todas las variadas que os podáis imaginar, los canelones, las migas, las torrijas, el gazpacho, el salmorejo y la receta que tenéis a continuación, el ajoblanco. La base de esta crema blanca como la nieve, y precisamente lo que le confiere esta tonalidad, son las almendras y el agua, mezcla que se espesa gracias a la miga de pan y se adereza con aceite, vinagre y sal. El toque característico, presente también en las otras cremas andaluzas y del que toma el nombre esta receta, es el ajo, elemento indispensable y fundamental que no se puede obviar por mucho que se tenga aversión a este bulbo. Si os encontráis en esta situación y no habéis hecho nada para remediarlo, algo grave hablando de uno de los ingredientes principales de nuestra cocina, mejor abstenerse de preparar un ajoblanco. Siempre podéis ser creativos e inventar una receta llamada blanco, elaborada con los mismos ingredientes que el ajoblanco salvo el ajo. Pero, como comprenderéis, sería un plagio ignominioso y que, probablemente, afectaría la sensibilidad más profunda del pueblo andaluz. Mejor no hacerlo.
Ingredientes para 4 personas
150 g de almendras crudas
1 o 2 dientes de ajo (en función de cómo os guste)
1 c.c. de sal
150 g de miga de pan del día anterior (aprox. media barra de 500 g)
Opcional: 30 g de vinagre de Jerez
100 g de aceite de oliva virgen extra
1 litro de agua mineral natural fría
Para acompañar: uva blanca o manzana cortada en macedonia (dados pequeños)
Preparación del ajoblanco
- Escaldar las almendras crudas para poder pelarlas fácilmente. Ponerlas unos segundos en agua hirviendo y, de inmediato, sumergirlas en agua fría. El contraste térmico hará que se despegue la piel y las podamos pelar bien.
- Remojar la miga de pan con un poco de agua para que sea más fácil triturarla después.
- Pelar el ajo y retirarle el germinado interior.
- Picar las almendras crudas peladas, el ajo, la sal y un chorrito de agua con la batidora eléctrica hasta obtener una pasta homogénea. También lo podéis hacer con el mortero, como se hacía tradicionalmente, pero es más laborioso.
- Añadir la miga de pan y triturarlo todo.
- Ir añadiendo el aceite de oliva poco a poco mientras seguimos triturando con la batidora.
- Si se quiere añadir vinagre, hacerlo en este momento. Una vez incorporado todo el aceite de oliva, añadir el vinagre y terminarlo de integrar con la batidora eléctrica.
- Incorporar poco a poco el agua mineral natural fría mientras seguimos batiendo la mezcla con la batidora hasta obtener una crema blanca totalmente homogénea.
- Dejar reposar el ajoblanco en la nevera un par de horas como mínimo.
- Para servir el ajoblanco, podéis hacerlo acompañado de uva blanca o manzana cortada en macedonia (daditos pequeños).
Si te ha gustado la receta del ajoblanco
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