Chipirones con habitas
Las habas son una legumbre que no goza de mucho prestigio hoy en día. Es difícil de entender. Su cultivo es relativamente fácil y poco costoso, lo que las hace mucho más asequibles que otra legumbre primaveral coetánea como es el guisante. Ambas se tienen que pelar, esto es verdad, una característica que puede tirar para atrás a más de una cocinera a la hora de pensar un plato basado en esta legumbre. También es cierto, sin embargo, que existen unos artilugios bastante económicos que realizan esta ardua tarea. Por otra parte, las habas son un alimento muy saludable que destacan por ser ricas en vitaminas del grupo B y minerales como el hierro, el magnesio y el zinc. Quizás, el hecho de que se las asocie con posibles flatulencias posteriores ha jugado en su contra, fenómeno que la sabiduría popular ha tendido a corregir añadiendo a muchos platos elaborados con habas hierbas como el laurel o la menta, hierbas carminativas que favorecen la reducción de los gases que se generan en el tubo digestivo.
La realidad es que las habas no ocupan un lugar destacado en la cocina casera actual, salvo tal vez de las tradicionales habas a la catalana que aún se elaboran, por suerte, en más de una casa. Más habitual es encontrar alguna ensalada elaborada con habitas conservadas en aceite de oliva, conservas que se pueden comprar en cualquier tienda de alimentación, llevan poco trabajo y realzan cualquier plato donde se añadan. Están muy buenas, sí, pero ya hablamos de otro tipo de cocina, la cocina de la conveniencia y la simplificación.
Las habas dan mucho más juego del que nos podemos llegar a imaginar. Admiten múltiples combinaciones y, cosechadas bien tiernas, cuando aún son pequeñas, resultan de lo más buenas. Es el momento de aprovecharlas y disfrutar de todas las posibilidades que nos ofrecen. La temporada es corta y hay que aprovecharla. Precisamente una manera para hacerlo es con esta receta tan sencilla de chipirones con habitas. No requiere gran cosa: paciencia para sofreír la cebolla y celeridad para rehogar las habitas y los chipirones, dos productos que requieren una cocción breve para disfrutar de su sabor y textura en toda su plenitud.
Ingredientes para 2 personas
1 cebolla grande picada
1 hoja de laurel
150 g de chipirones
200 g de habitas frescas (ya peladas)
1 copita de brandy, coñac o vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta blanca
Sal
Preparación de los chipirones con habitas
- Limpiar con agua los chipirones y secarlos bien con papel absorbente.
- Pelar y picar la cebolla.
- En una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva, sofreír muy lentamente la cebolla picada con el laurel para que se caramelice. Este proceso se debe hacer a fuego muy lento, con la cazuela tapada y durante mucho rato, vigilando que la cebolla no se queme, removiendo con frecuencia. De vez en cuando va bien añadir un poco de agua para ayudar a prolongar la cocción.
- Cuando tengamos la cebolla caramelizada, añadir las habitas, la copita de alcohol que queramos (brandy, coñac o vino blanco), salpimentar ligeramente y rehogar 8-10 minutos con la cazuela tapada hasta que las habitas estén cocidas. Si son pequeñas no necesitan mucho tiempo para cocerse.
- Añadir los chipirones y cocer todo 2-3 minutos más. Los chipirones no se cobre mucho rato, se cuecen enseguida y sino podrían quedar demasiado hechos.
- Dejar reposar los chipirones con habitas un par de minutos para asentar los sabores y servir.
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